ORILLA - La Noche de los Museos - Espacio Proyecto La Paternal











ORILLA


La propuesta que se presenta intenta activar la memoria a la orilla del arroyo Maldonado. La Av Juan B Justo coincide con la antigua cañada que servía de cauce del arroyo. El proyecto pretende hacer una analogía entre los procesos del recuerdo y el olvido de la memoria en la construcción de una leyenda y el movimiento del agua del arroyo Maldonado que aunque oculto y entubado bajo la avenida, reaparece con cada tormenta.

Ficha técnica:
Título: "Orilla"
Técnica: Intervención gráfica
Lugar: Cordón interno de la Av Juan B Justo
Proyecto: Transcribir la leyenda de "La Maldonado" para activar la memoria sensorial, geográfica y social del barrio.
Integrantes: Irina Macagni y Noelia Toscano
Año: 2013
Espacio Proyecto la Paternal - Noche de los museos 2013


Texto transcripto: 

"Eran tristes horas aquellas, porque el dolor y el hambre rodeaban a los españoles. Se llegó a una situación tal que no hubo alimentos y sólo comían culebras, sapos, cuises, yerbas y raíces del campo. Fue entonces cuando la pobre mujer, desesperada por el hambre, abandonó el poblado y marchó por la llanura hasta detenerse en una lomada con aguada natural. Acaso pensó llegar hasta tierra de indios, para no morir de inanición, pero luego, en su marcha por la llanura ayudó a una puma (o leona), en el trance del nacimiento de sus crías; poco después unos indios que llegaron al lugar en busca de agua encontraron a la española, desmayada y a su lado a la fiera y a sus cachorros, los que huyeron de prisa. La Maldonado fue tomada prisionera por los indios y nada volvió a saberse de ella por un tiempo. 
Cierto día un oficial español que comandaba un grupo de soldados rescató a la  cristiana y entonces la desdichada mujer por haber abandonado el poblado y aceptado vivir entre los indios fue condenada a morir, echándola a las fieras de la llanura. 
Así se hizo: se llevó a la española hasta las márgenes de un arroyo distante algo más de una legua del poblado y se la ató a un árbol que crecía en una orilla, donde quedó abandonada a su suerte, que era, seguramente morir de hambre y de sed o si no despedazada por los animales salvajes que había en el lugar. 
Por la noche la rodearon las alimañas - dice Ruy Díaz de Guzmán-,pero la Maldonado fue defendida por aquella puma a la que había ayudado tiempo atrás. A los tres días, unos soldados retornaron al lugar y hallaron a la mujer, extenuada, pero viva; a sus pies, dormitando, una enorme leona y a dos cachorritos que jugueteaban. Y dice el historiador: "Desatada la mujer por los soldados la llevaron consigo, quedando la leona dando muy fieros, bramidos, mostrando sentimientos y soledad de su bienhechora y haciendo ver, por otra parte, su real ánimo y gratitud y la humanidad que no tuvieron los hombres."




La Paternal Espacio Proyecto
Espinosa 2672
La noche de los museos
9 de noviembre 20 hs